TU CASA ENTRE PIRULES: Deterioro de la calidad de vida y descuido ambiental en Cuautitlán Izcalli

Sembrar arbolitos no es la medida ideal en una región cuya flora nativa pertenece mayoritariamente a pastizal (1), como lo es el municipio de Cuautitlán Izcalli. Sin embargo, fue en un principio la "solución" a las consecuencias de la destrucción ambiental, en especial en las zonas urbanas. El municipio, “creado en 1973 como ciudad modelo para el país”(2), "fue planeada para ser la primera ciudad autosuficiente de la zona metropolitana de la capital y para ello se tomó gran parte del territorio de Cuautitlán, Tepotzotlán y Tultitlán (y) fue creado usando como base los planos de ciudades europeas y estadounidenses (1)”.
El terreno, habiendo sido explotado por largo tiempo, mostraba un severo empobrecimiento y una gran cantidad de terreno había perdido su biota nativa. El proyecto, apoyado por instituciones como el INFONAVIT, el cual construyó varias unidades habitacionales en el municipio, se usaba incluso como ejemplo de planeación urbana en las escuelas de arquitectura, contaba con zonas claramente delimitadas para zonas habitacionales, comerciales e industriales, así como las vías de transporte suficientes para satisfacer a su futura población. Sin embargo, hasta hace poco, “era impensable trasladar el desierto a los medios urbanos” (3), en el sentido de que la carencia de árboles era considerada indeseable; la misma idea de modernidad que imperaba en ese entonces exigía la presencia de árboles y jardines con un césped podado, el mismo nombre del municipio significa “tu casa ente los árboles”. Era pues, necesario, forestar la zona."Los proyectos públicos tienen que lucir en menos de cinco años; mejor aún, en dos, porque los ciclos políticos son de tres y seis años. Pero los proyectos forestales rebasan dos, tres, cuatro sexenios. Peor aún: no tienen un momento final que se preste a las cámaras (4).
En México las reforestaciones que se han realizado, y que aún se realizan, han utilizado principalmente especies exóticas que en la mayoría de los casos no contribuyen al mejoramiento del medio ambiente ni responden a las expectativas de la población.
El pirul (Schinus molle), así como el eucalipto (Eucaliptus globulus), ambas especies introducidas y de rápido crecimiento, ya estaban presentes en la zona, así que los primeros gobiernos se dedicaron exhaustivamente a la siembra de esta vegetación para así obtener amplias áreas verdes en un tiempo récord. Por su puesto, no se contó con una planeación a largo plazo y sólo hubo una siembra indiscriminada de estas especies en los principales parques y camellones del municipio. Otro inconveniente más de el uso de estas especies, a veces llamadas “árboles diputado” por su utilidad política es que “son especies muy agresivas para el medio ambiente al transformar el ecosistema por desecación de la tierra donde se plantan (5)”. Las regiones tropicales y subtropicales se han convertido en un crisol de plantas, hasta el punto de que una flora universal, simplificada y uniforme, amenaza con sustituir a la biodiversidad local (7). El pirul, o falso pimentero “tiene raíces potentes y levantan pavimentos y sus residuos acidifican el suelo al pie inhibiendo el cultivo de otras plantas (8)”.
Un problema más a recalcar en este municipio es la falta de cultura del agua que se demuestra en la actual contaminación y descuido de sus recursos acuíferos. El caso más conocido es el del lago, o mejor dicho Presa de Guadalupe, que en un principio fue creada con el propósito de surtir de agua al Valle de México, ahora presenta un alto grado de contaminación debido a que gran parte de la descarga acuífera que recibe son aguas residuales, no es raro que sufra blooms o explosiones de la cianobacteria Microcystis, aunque suelen aparecer estas noticias en los medios de comunicación, no se hace mucho al respecto. Un reporte de diciembre del 2006 informa: “Huyendo del frío de Canadá y Estados Unidos, patos y pelícanos llegan a las aguas del lago de Guadalupe, en el Edomex, donde, por cierto, están muriendo los peces por el alto índice de contaminación. Ojalá que a estas aves no les pase lo mismo…” (9). Cada año, en invierno, no es difícil encontrar la misma información. Lo cierto es que un día fui a preguntar en la oficina de ecología del municipio, donde me informaron que periódicamente empleados del municipio dragaban la presa para eliminar algas y lirios que obstruyen el paso de oxígeno al agua, que aún así solía tener una cantidad inferior a la normal, sin embargo, como la laguna era propiedad federal, su cuidado realmente no era su responsabilidad. Con respecto a otros cuerpos de agua, como los ríos Tepojaco y Cuautitlán y las lagunas de Axotlán y de La Piedad, en los que hace apenas 15 años aún era posible ver gente lavando y pescando a sus orillas y que actualmente se han convertido en cloacas abiertas, se preocupan mucho menos, pese a que se han convertido en vertederos de desperdicios y aguas residuales, en parte por que todos los cuerpos de agua lenticos del municipio, con excepción de la Presa de Guadalupe y el Espejo de los Lirios son de propiedad privada, y de hecho algunos, como la laguna de Axotlán, han intentado ser desecados con el objeto de cambiar el uso de suelo, en este caso, para crear un fraccionamiento residencial con Club de Golf.
Es, precisamente, el cambio en el uso de suelo uno de los principales factores a los que se enfrentan las áreas verdes de Izcalli. En un principio, el municipio estuvo conformado en gran parte por una zona rural, relativamente alejada de la Ciudad de México, siendo el tiempo de traslado aproximado una hora hasta la capital. “Sin embargo, después del terremoto de 1985 que azotó la Ciudad de México, los planes de autosuficiencia se detuvieron cuando muchos ciudadanos de áreas vecinas, particularmente del Distrito Federal comenzaron a buscar zonas habitacionales en lugares con menor riesgo de daños por sismos y emigraron hacia el municipio causando con ello saturación, escasez de servicios y una gran demanda de nuevas unidades habitacionales (1).” Obviamente, al ver la oportunidad de negocio, las autoridades responsables del desarrollo urbano municipal dejaron a un lado la planeación original otorgando permisos de construcción al mejor postor. Ahora la población ha crecido desmesuradamente en lo que antes habían sido campos de maíz y alfalfa. Muchos de estos terrenos ejidales fueron vendidos a precios ridículos a fraccionadoras. Es, por ejemplo, del conocimiento público que los fraccionamientos conocidos como “Cofradía”, fueron construidos por la familia de Arturo Montiel Rojas y la familia de Enrique Peña Nieto. Dado que “el 70% de las personas que viven en el DF y quieren comprar una casa tiene que ir al Edomex, donde se encuentra el 59% de viviendas del Valle de México” (10), la población en el municipio a aumentado hasta constituir 452976 habitantes en el 2006 (1). En consecuencia, la cantidad de empleos ofrecidos por la industria local fue inferior a la demanda que tenía la población, y aumentó la cantidad de personas que se desplazan todos los días para constituir parte de la población flotante de la Ciudad de México. De hecho, “en la actualidad, casi el 75% de la gente trabaja en otras localidades cercanas, Naucalpan y el Distrito Federal” (11).
Durante varios trienios, la obra vial que se llevó a cabo en el municipio se limitaba a la repavimentación de calles, y la creación de calles para las nuevas colonias era delegada a las empresas constructoras, las cuales no se preocupaban más que del transporte al interior de las unidades sin preocuparse por las salidas al exterior. Poco a poco, la cantidad de vehículos automotores fue sobrecargando las principales arterias, en especial por que muchas personas se desplazan en el mismo sentido a la misma hora (Cuautitlán Izcalli-DF y viceversa) y porque sólo hay una salida directa hacia allí (Autopista México-Querétaro). Este problema se ha presentado a lo largo de la zona metropolitana de la Ciudad de México, llegando al grado de que mucha gente pierda 5 horas diarias tan sólo en viajar a sus hogares, trabajos o escuela. “La velocidad promedio de la zona metropolitana son 8milla por hora” (12). La contaminación causada por el exceso de tráfico genera, además de la pérdida de miles de horas-hombre y estrés, implica un gasto extra de combustible y la generación de gases de invernadero así como contaminación auditiva.
Se supone que el año pasado, el presidente municipal, Ulises Guzmán Palma, dejó de autorizar la construcción de nuevas unidades habitacionales en el territorio de Cuautitlán Izcalli. El suceso se anunció con bombo y platillo, sin embargo actualmente ya no se construyen más unidades habitacionales, sino centros comerciales en zonas que hasta hace poco eran parte de las áreas verdes municipales.
Año tras año, este municipio que fue creado con la intención de que fuera un buen lugar para vivir, ha sufrido el descuido por parte de las autoridades, la cuales al parecer sólo se mostraron atentas a la defensa de sus intereses particulares, dando como resultado que la calidad de vida halla disminuido considerablemente, el promedio de calidad de vida de la Zona Metropolitana del Valle de México es de tan sólo 38 puntos (12).
Como hemos visto, el deterioro ambiental en este municipio, es una consecuencia directa de la falta de apoyo a la sociedad izcallense, sobreviniendo una disminución en la calidad de vida de la población. La lucha por la protección ambiental en el municipio ha sido principalmente realizada por los pobladores, así como asociaciones civiles, como Aqua Biosfera, la cual actúa principalmente en defensa de la Presa de Guadalupe. Actualmente tiene entabladas varias demandas contra el municipio para pedir acciones en defensa del ambiente. También existen asociaciones extra municipales, como Xochitla, e instituciones interesadas en el desarrollo del municipio, como la FES Cuautitlán que se encuentran al alcance inmediato de las autoridades. Sin embargo, lo que realmente falta para que se detenga el deterioro gradual es una auténtica preocupación por el bienestar de la población y que de esta manera las autoridades responsables lleven a cabo su trabajo. Es hora de que las acciones gubernamentales, y no sólo del municipio, sean motivadas por el interés social, y no el político.
Referencias:
2. http://www.cizcalli.gob.mx/int_v3/nuestro_municipio/historia/cap_02.php#clima
3. Montiel, Graciela. 2006. Cuautitlán Izcalli. Periódico Mi Ambiente.572:9.
3. Machorro, Juan Carlos. 2007. Pie de Foto. Periódico Mi Ambiente.590:1.
4.http://209.85.173.104/search?q=cache:k4k7xQBs4ukJ:imdosoc.org/plataforma/index.php%3Foption%3Dcom_content%26task%3Dview%26id%3D803%26Itemid%3D51+La+desgracia+de+los+bosques+es+que+no+se+pueden+inaugurar.&hl=es&ct=clnk&cd=1
6. http://www.botanical-online.com/medicinalseucalipto.htm
7. Microsoft ® Encarta ® 2007. © 1993-2006 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
8. http://foroarchivo.infojardin.com/arboles-especies/t-126772.html
9. Velazco, Luis. 2006. Urbe 2006. Periódico Mi Ambiente. 577:12.
10. Machorro, Juan Carlos & E. Román. 2006. Van sobre áreas verdes. Periódico Mi Ambiente. 572:2-3
11. http://es.wikipedia.org/wiki/Cuautitl%C3%A1n_Izcalli
12. http://www.metropoli.org.mx/htm/areas/9/zmvm_crisis_oportunidades.pdf

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