Navegaciones


A veces me gusta dar paseos. No me refiero a salir de casa y andar a pie, sino a "pasear" por la web. En específico pasear entre blogs. En la parte superior de mi blog, hago clic sobre el letrero "Siguiente blog", y me transporto a la siguiente página, tal vez al otro lado del mundo, tal vez hacia el vecino de al lado, y miro dentro.

No puedo decir que uno encuentre siempre blogs personales. Los hay de asociaciones, comercios, etc. La mayoría en idiomas que no entiendo. Pero también los hay que muestran fragmentos del alma. Desconocidos que te hablan como amigos a través de miles de kilómetros de distancia, que no saben quien eres. Si te los toparas en la calle, no nos reconoceríamos. Ni siquiera tienen idea de que los estás leyendo. Puedes encontrarte recetas de cocina, fotos de vacaciones, diarios, poemas de amor. Todo en un pequeño espacio de pantalla.

Muchos de ellos contienen escritas cosas que tal vez su autor nunca diría en público. A veces son generosas, otras groseras, uno nunca sabe que encontrará en esa ventana a la mente de otra persona. De entre ellas, me agrada ver las de quienes publican las fotos de su boda, o llevan una bitácora de la vida de su bebé. En todo caso, si una persona es capaz de mantener un blog activo es porque puede pensar y expresarse de forma continua y reflexiva, o al menos tiene algo que decir.

No intento decir que el blog sea un reflejo de las personalidad de su dueño, sin embargo, hay momentos en que llega a convertirse en un pequeño desahogo, un rincón libre de censuras, alejado de el mundo real.

Espero que estos espacios sigan existiendo. Sitios que no necesariamente requieran un número determinado de visitas, o vender algo. Cumplen su propósito con el simple hecho de existir. Y si alguien más los ve, será un bono extra.

Comentarios

  1. Es verdad... a veces necesita uno expresar y contar lo que siente aunque sea mero desahogo, mejor vomitarlo en ese rincón virtual no?¿

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