LOS CIENTÍFICOS


Autor: Biól. Nasif Nahle Pegado de <http://biocab.org/Los-Cientificos.html>

Siempre, a diario, alguna persona me pregunta a qué me dedico. Yo creo que esta es una pregunta que enfrentamos todos los seres humanos mayores de 20 años; sin embargo, creo que la respuesta más difícil de pronunciar es "Soy un científico"; pues, inmediatamente después de pronunciar la frase, domina el silencio del lado de nuestros interlocutores.

No sé a qué se deba este fenómeno, pero tengo varias hipótesis:

1. Que la persona que te preguntó tema cometer un error al hablar pues generalmente se piensa que los científicos somos unos sábelotodo.

2. Que a la persona que preguntó le importe un soberano cuerno todo lo que esté relacionado con la ciencia (incluyendo al científico, por supuesto).

3. Que la persona que te inquirió piense que eres un engreído dándoselas del gran sabio.

4. Que la persona que te preguntó no desee hablar con un aburridísimo científico con mente cuadriculada.

Éstas son algunas causas probables para explicarnos ese silencio sepulcral que sigue a la respuesta "Soy un científico"; sin embargo, ninguna de estas calificaciones describe lo que realmente es "ser un científico".

Entonces ¿Qué somos los científicos? La respuesta es simple, los científicos somos personas normales consagradas al estudio del Cosmos (tanto exterior como interior a nosotros). Nuestro objetivo esencial es conocer la verdad yaciente en la naturaleza a través del Método Científico. Como definición, podemos decir que los científicos somos personas educadas en Ciencias Fácticas.

Científico es una persona "que cuida profunda y apasionadamente la verdad, el esclarecimiento y la experiencia libertadora de descubrir el orden y la belleza en un embrollo caótico de eventos naturales". (Leon M. Lederman, 2001).

Ésta sería la respuesta menos compleja, pero viendo a un científico en plena faena, parece que la cosa no fuese tan sencilla, pues pronto averiguaríamos que el científico posee las siguientes cualidades:
Curiosidad que podría catalogarse como compulsiva. El científico husmea y explora. Él quiere saber el qué, cómo y cuándo de cada incidente observado en la naturaleza.
Autoexclusión del mundo adjunto, o algo así como un abandono mediante el cual el científico se envuelve en una cápsula a prueba de perturbaciones derivadas del mundo exterior.
Apego intenso a la verdad y al conocimiento. La mentira no cabe en las ciencias. Los estafadores se autoexcluyen del universo científico.
Saludable escepticismo que le permite impugnar dogmas, falsas ideologías y simulaciones.
Perseverancia a prueba de fracasos que le impulse a concluir siempre las investigaciones emprendidas.
Descentralización del ego que le permita reconocer sus propios errores y a mostrarse de acuerdo con los aciertos de los demás.
Firmeza para luchar contra el descrédito malévolo tramado por aquéllos que siempre se oponen a los logros científicos.
Sencillez que le cautive hacia el humanismo y la moral científica.
Como Usted puede ver, ser científico no es difícil... ¿o sí?

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