Carta a mis amigos

Odio mi lado antisocial, cuando tiendo a alejarme de las personas que amo, y dejo de compartir esos instantes que enriquecen una amistad.

Odio cuando me voy encerrando en mi propia concha, cuando encapsulo el cariño y vivo como un zombi, como un no-muerto que camina entre humanos, existiendo pero sin hacer caso de los lazos tan valiosos que ha formado con otras personas.

Odio mi propio egoísmo, porque termino privándome a mí misma de felicidad.
Odio cuando me orillo a mí misma al aislamiento, y siento que los pierdo, queridos amigos.
Por favor, perdonen esa actitud mía, cuando no me entero de sus cosas, y hace tiempo que no estoy al tanto de sus problemas, no esperen a que les pregunte, cuenten siempre conmigo, estén seguros que aunque no haya habido contacto reciente, el aprecio que tengo por ustedes es eterno, y les pido, les suplico, que me saquen de este abismo en que me meto sola siempre aunque no quiera, sáquenme de esta soledad que es mi maldición, y no dejen que me estanque en la autocompasión. Por favor, tiéndanme la mano aunque parezca que yo no la tienda, porque cuando la pidan, siempre estará ahí sin vacilamientos y con una entrega total.
Amigos míos: sois lo único que tengo. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Poesía Corpórea IV: Improvisando por la vida

El hombre: Amo y no esclavo de la Técnica

Ojalá nunca hubieras vuelto